Triunfo de la sonrisa

 08/13/2016 - 16:56

Alejandra Rangel, intelectual regiomontana, cierra su columna de hoy en El Norte diciendo que como sociedad deberíamos participar críticamente en los asuntos políticos, pues ellos impactan el presente y el futuro de millones de ciudadanos, incluyendo los 50 millones de niños pobres que viven en México.

Señala también que la clase política pareciera no tener conciencia alguna de las consecuencias de su feroz apetito por el poder y el enriquecimiento ilegítimo, y por si fuera poco, vivimos en medio de un sistema de “justicia” que no castiga a quienes cometen ilícitos mayúsculos, como son los que conciernen a la defraudación del erario público.

En Nuevo León nos volcamos en las urnas para derrotar al PRI y al PAN, pero me pregunto si hasta ahí quedará nuestra participación ciudadana, o si seremos capaces de organizarnos para exigir justicia dentro de los procesos jurídicos que se están llevando hoy a cabo contra los funcionarios de la anterior administración estatal.

En cuanto a las universidades que formaron a nuestros gobernantes, yo le diría a Alejandra Rangel que no se sorprenda de su “fracaso”. En general todas las universidades están también carentes de los valores que Alejandra abraza. Esos centros de educación superior jamás enfrentaron al gobierno anterior y hasta le ayudaron a planear el futuro de nuestro Estado. Bajo el gobierno de Rodrigo Medina, la UANL, el ITESM y la UDEM pasaron a formar parte del llamado Consejo Nuevo León para la Planeación Estratégica (liga), junto a funcionarios públicos y directivos de la Iniciativa Privada, quienes en reuniones celebradas al menos tres veces al año, fueron copartícipes de las decisiones de gobierno, como lo siguen siendo, pues ese consejo fue retomado por el gobierno “independiente”. Nuestras universidades también han sido cómplices del poder y la explotación sobre los ciudadanos. Han estado muy lejos de ser formadoras de conciencias de su alumnado.

¿O acaso se infirió en los famosos juicios de Nuremberg que los consejeros y mandos que acompañaron a Hitler no fueron responsables de los crímenes por él ordenados? No todos los crímenes que atentan contra los derechos humanos son perpetrados en las cámaras de gas. Si bien la muerte de esas víctimas es más rápida, los desfalcos al erario implican recortes en salud, educación, seguridad, etc., y propician pobreza, escisiones familiares, enfermedad, violencia y muerte.

Al menos a mí no me convencen los maquillajes de humanismo de los que presumen nuestras universidades. Me recuerdan a la Coca Cola (bebida acusada de causar obesidad y muchas otras enfermedades degenerativas en nuestro país y en el mundo), haciéndose publicidad con el eslogan de “la chispa de la vida”.

Los dejo con las palabras de nuestra amiga, filósofa y brillante académica.

 

Cristina Sada Salinas

 

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Triunfo de la sonrisa

 

 

Alejandra Rangel

 

 

13 Ago. 2016 / El Norte

 

 

La frustración y un espíritu de lucha deberían conjugarse para transformar lo que se considera imposible: el inminente cambio de la clase política mexicana. Un cambio ético y de responsabilidad social a la altura de la función adquirida.

Es hora de dejar atrás una época dominada por una ambición irrefrenable hacia el poder, en especial económico, haciéndose realidad la frase "un político pobre es un pobre político", hoy convertido en un ideal de vida para los gobernantes.

Después de ver las imágenes de un Rodrigo Medina sonriente declarando que "tiene su conciencia tranquila" estamos obligados a preguntar ¿qué significa encontrarnos en ese estado de ánimo después de haber despilfarrado de mil maneras el dinero público que debió utilizarse en desarrollar obras en beneficio del Estado y sus pobladores?

Y como epidemia brotan esas conciencias tranquilas de los Gobernadores de Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua, Coahuila y de los funcionarios del Gobierno federal.

Algo debe haber sucedido durante el aprendizaje y formación de estos personajes, de suyo mediocres, pero con un apetito irrefrenable para responder a sus pasiones. Incapaces de tener una mirada anticipatoria del fin de sus mandatos y su poder.

Pareciera que entre ellos no existe la menor preocupación por una vida íntegra, ni siquiera la reflexión que como seres humanos nos corresponde respecto al semejante y al mundo. Jamás se les preparó para pensar críticamente y ser responsables de sus acciones.

En estos momentos de incertidumbre, desconfianza y enojo, sería importante que las instituciones educativas que formaron a esta clase de hombres se pregunten dónde fallaron, por qué y qué hizo falta.

¿Cómo es posible que ante las grandes carencias de México hayan sido capaces de buscar su enriquecimiento personal, el de sus familias y amistades, a costa de la pobreza de la gran mayoría de mexicanos? Eso no tiene perdón, aunque insistan en pedirlo, ni pueden estar tranquilos ante tanto abuso e injusticias, como lo muestra la pobreza y desigualdad.

La OCDE ha señalado que entre las naciones pertenecientes a este organismo, México es el país que tiene la tasa más alta de pobreza infantil: más del 50 por ciento, condición que perpetuamos en las escuelas ofreciendo planteles en malas condiciones, pupitres semidestruidos, carencia de baños y espacios para el juego y los deportes.

Eso sí, las asociaciones de padres de familia están muy preocupadas por arrancar las páginas de los libros de texto que informan sobre el aparato reproductivo de niñas y niños, propuesta de suyo increíble, propia de una doble moral y un anacronismo de los tiempos inquisitoriales, apoyados en una ignorancia que los propios alumnos se encargarán de rechazar.

Pero así es este país y los funcionarios encargados del desarrollo económico, de la integración política, de aplicar la ley, el orden social y mantener la seguridad, sin tomar verdaderas decisiones y sin proponer políticas públicas que verdaderamente ataquen los problemas, aunque claro, con la "conciencia tranquila", tan tranquila que no se preocupan por mejorar las condiciones de pobreza de sus ciudadanos mientras la de ellos es de abundancia.

A este panorama habría que agregarle la falta de rumbo político con un Gabinete gubernamental dividido y en pugna por la contienda presidencial del 2018, sustentado en una desconfianza absoluta de la sociedad mexicana que percibe un Gobierno desfasado, sin acciones que provoquen un cambio sobre lo que México requiere y no se hace.

Un pueblo enojado y sin esperanza, agraviado por la corrupción y la impunidad permitida por un Presidente que no toma decisiones y alarga los conflictos, ex gobernantes presentándose a los juicios para enfrentar las acusaciones con un gesto triunfante.

Algo estamos haciendo muy mal. Ya lo sabíamos, pero nunca creímos que se llegaría a las dimensiones actuales de deshonestidad y cinismo.

Como sociedad no deberíamos tolerar una "conciencia tranquila", los hechos reclaman una participación crítica y una preocupación por el futuro.

 

aleranhin@gmail.com

Imagen de cristinasc
Cristina Sada Salinas
Regiomontana, apasionada por la comunicación, en la busqueda de construir opciones de participación ciudadana, para hacer frente a la corrupción del poder político y económico de México.

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