El síndrome del aire acondicionado

 09/30/2014 - 13:46

Los motivos por los que entré por única ocasión a la política partidista en 2012 no sólo persisten, sino que se incrementan. Hace dos años y medio sentí desesperación al ver que el dinero de nuestros impuestos era desviado para enriquecer a unos pocos políticos, dejando a las grandes mayorías en el desamparo; el crimen asolaba por doquier en total impunidad, y las condiciones para la generación de empleos y progreso no existían para las grandes mayorías, pues vivíamos una economía que sólo favorecía a la élite.

Estas condiciones socioeconómicas siguen siendo características del tejido de nuestro país, y de hecho, se han incrementado. Como ciudadana, seguiré mi lucha para que algún día, aunque sea lejano, podamos enfrentar, como sociedad civil, al aparato corrupto y corruptor del gobierno. Por lo pronto, mi opción es la pluma, y alentar todas las tomas de conciencia ciudadanas en las que pueda participar. Para enfrentar a este monstruo de mil cabezas, necesitamos como ciudadanía, unión y organización; pero antes, información, educación y el desarrollo de nuestro análisis crítico.

Los recientes desastres ecológicos en la república mexicana, a pesar de su gravedad, no son más que una pequeña muestra del ya legendario contubernio de las autoridades y la iniciativa privada. Germán Larrea, el segundo hombre más rico del país, accionista mayoritario del consorcio Grupo México ―compañía dueña de las minas donde el 19 de febrero de 2006 quedaron enterrados 63 mineros en Pasta de Conchos―, es al mismo tiempo quien, con solo 150 millones de dólares pretende cubrir la deuda social y ambiental ocasionada por el mayor desastre ecológico de la historia, que ocasionó el derrame contaminante sobre los ríos Sonora y Bacanuchi.

Por si no fuera claro que la justicia mexicana da trato diferencial a los hombres a quienes “encumbra y protege”, como dice Denise Dresser en el excelente artículo que aquí comparto, ni siquiera esta reparación fue una multa impuesta por el gobierno, sino que fue una compensación voluntaria, de “buena voluntad”, por parte de la asesina y ecocida empresa, seguramente como respuesta ante el escándalo suscitado ante la opinión pública. (Para un recuento de la oscura trayectoria de Grupo México, ver: reportaje)

Si el pueblo mexicano está sumido en este abandono de parte de las autoridades, incluso antes de que las más importantes petroleras extranjeras ―cuyo poder financiero es mayor que el de muchos países del mundo―, vengan a explorar, ¿qué garante tendremos de protección a la salud y medio ambiente, ahora que se desate la "fiebre del oro”, mientras las Shell, Exxon y BP, así como Alfa y otras empresas mexicanas se empeñan en extraer de nuestro subsuelo o fondo del mar toneladas de gas o petróleo? ¿Qué cuidados y consideraciones detendrán su desmedido afán de lucro?

Ya un directivo de Alfa confesó que ellos no están preocupados por el agua necesaria para el fracking, pues aquí mismo en la región, tienen claramente identificadas fuentes de abastecimiento. Claro. Es iniciativa privada, y para sus fines el gobierno se pone en segundo lugar y prefiere asumir el excesivo gasto y desplazarse hasta el Pánuco para traer agua para los ciudadanos a costos extraordinarios que serán pagados con nuevas y elevadas tarifas de los consumidores. (liga)

Se aproximan elecciones, y la ciudadanía, según encuestas recientes (Nota), tiene preferencias por dos damas emanadas de nuestro nefasto bipartisimo neolonés. Hoy, según la opinión de los mismos ciudadanos, ellas brillan en las preferencias del escenario político regiomontano para ocupar el máximo cargo de servidor público, la silla del gobierno del estado. Patético, según mi opinión. Ambas se han caracterizado por ser parte de la élite política que hoy nos explota, endeuda, roba y abandona con total impunidad, y jamás han levantado la voz o se han compadecido por las serias consecuencias derivadas de la ineptitud y los múltiples fraudes de esta administración estatal.

Mientras la nuestra siga siendo una ciudadanía educada por la televisión, carente de educación de calidad, análisis crítico y con serias dificultades económicas, parece que estará dispuesta a sentirse importante el día de las elecciones, sufragando a favor de la cara rubia más bonita o la sonrisa más agradable, si aparte de la imagen, recibe alguna mochila con materiales para los trabajos escolares.

Todo esto mientras que hoy anuncian los periódicos locales el nacimiento de un organismo con "participación ciudadana" (léase, de la élite empresarial), presidido por el mismo gobernador Rodrigo Medina, que será el que en la próxima administración evaluará la planeación y ejecución de proyectos públicos en el Estado. (liga)

¿Con la cantidad de obra pública que el gobierno ejecuta en el estado pretendemos que, por ejemplo, un representante de CEMEX vea por la democracia y el bien de la sociedad? ¿Hasta qué punto ha sido CEMEX el responsable de la alarmante contaminación del aire de la ciudad de Monterrey con la explotación de las pedreras colindantes a esta metrópoli?

No son los Germán Larrea regiomontanos los que pelearán por la transparencia en el uso de los recursos públicos, ni los que exigirán cuentas claras de los dispendios de esta administración que nos ha dejado endeudados por varias generaciones.

¿Acaso hoy se sienten más importantes los rectores de universidades privadas, de la UANL, y de la cúpula empresarial, al ser designados por el mismo gobernador como representantes ciudadanos? ¡Vaya avance democrático! En la cúpula del TEC, ni siquiera la ejecución y muerte de dos de sus estudiantes, así como el intento de incriminarlos por parte del ejército, ha sido motivo para que las rectorías alcen la voz pidiendo justicia.

Este nuevo organismo de participación mixta: ¿velará por nuestros intereses ciudadanos? ¿Exigirá cuentas de la pasada administración de Natividad González y a la actual de Rodrigo Medina, que han colocado al estado con la deuda más alta del país?

Por supuesto que no. No sólo Nuevo León padece de un anquilosado bipartisimo, sino de la aceptación tácita y complicidad de su otrora combativa iniciativa privada. Los hombres y mujeres valientes, capaces de enfrentarse al gobierno, difícilmente trabajan hoy en oficinas con aire acondicionado.

Aquí, el estupendo artículo de Denise Dresser. No se lo pierdan.

TEXTO DE DENISE DRESSER:

Terrenos tóxicos
Denise Dresser

29 Sep. 2014

En México hoy hay más en juego que 40 millones de litros de sustancias tóxicas tiradas al río en Sonora. Hay más ante lo cual indignarse que el comportamiento criticable de una empresa.

Lo que ha pasado en Cananea evidencia de la toxicidad de nuestro sistema económico, en el cual tantas compañías hacen lo que quieren -expoliar, explotar, contaminar, abusar- ante la pasividad o la complicidad del Gobierno.

Operan al margen de la ley o la ignoran. Lastiman el medio ambiente sin pagar una sola consecuencia por ello. El sui generis capitalismo mexicano lo alienta, lo permite, lo arropa.

Las necesidades del gran capital por encima de la protección a la población. El bienestar de Germán Larrea por encima de los desastres que su actividad empresarial ha provocado. El arropamiento al multimillonario por encima de los derechos de miles de mexicanos.

El multimillonario misterioso, enigmático, reclusivo, como lo señala Dolia Estevez en el artículo "A Rare Glimpse Of Mining Mogul German Larrea, Mexico's Most Mysterious Billionaire", publicado recientemente en la revista Forbes.

El segundo hombre más rico del País, pero cuya faz es casi completamente desconocida en el ámbito público. Viaja, come en restaurantes, opera de incógnito.

Pero de pronto su apartamiento, su retiro, parece estar llegando a su fin. Por la fotografía que circula de él, hablando con Enrique Peña Nieto.

Por las investigaciones que han comenzado a surgir debido a los problemas legales que enfrenta en Estados Unidos -por temas de violación de contratos- y cómo se ha rehusado a testificar al respecto. Por la escandalosa contaminación de los ríos Sonora y Banuchi. El peor desastre ecológico en la historia del País.

Desastre ante el cual Larrea ni siquiera ha salido a disculparse. Desastre ante el cual Grupo México inicialmente resistió peticiones del Gobierno para invertir en la limpieza de la zona. Y luego -a regañadientes- aceptó pagar 150 millones de dólares para atender los daños ambientales y humanos.

Una bicoca para uno de los productores de cobre más grandes del mundo, que el año pasado obtuvo 9.3 mil millones de dólares en ganancias. Una limosna ofrecida por un hombre cuya fortuna personal está calculada en 14.9 mil millones de dólares.

Un arreglo aceptado por el Gobierno mexicano, el cual ni impuso sanciones ni tomó acción legal ante una calamidad que ha asolado a miles de sonorenses. Un arreglo que le permitirá a Germán Larrea participar en la licitación de los nuevos canales de televisión que estarán a la venta próximamente.

Otro generoso espaldarazo gubernamental, en lugar de una respuesta sancionadora en nombre de los afectados.

Porque ésa es la relación entre el Gobierno de México y los magnates que empodera. Que protege. Que escuda. Que no toca ni con el pétalo de una recriminación la debacle de Pasta de Conchos o la destrucción ambiental.

Panistas y priistas permitiendo el ascenso de un contratista y un concesionario minero que ha crecido al amparo del poder público.

Germán Larrea como tantos más, beneficiarios de privatizaciones y concesiones que permiten el enriquecimiento personal a costa de los consumidores. Intentando limpiar su reputación con el Dr. Vagón o Tren de la Salud -11 vagones con laboratorios, consultorios, farmacia y comedor- cuyos promocionales en los cines lo califican como "uno de los muchos esfuerzos de Grupo México y Ferromex para apoyar la salud en comunidades marginadas".

Mientras destruye el medio ambiente en otras. Mientras ofrece sólo 2 mil pesos por persona a los afectados en la ribera de los ríos que ha vuelto tóxicos.

Tan tóxicos como el sistema económico en el cual ser un ciudadano que padece la mala conducta de una empresa es vivir sin voz. Es vivir como un hombre invisible o una mujer sin rostro.

Y en el caso de daños ambientales de la mina perteneciente al Grupo México presenciamos un esfuerzo gubernamental encaminado a cobijar al cuate en lugar de demandar que rinda cuentas y pague daños y enfrente sanciones.

Por ello se agradece la valentía de la asociación civil "Acciones Colectivas de Sinaloa A.C." y su abogado Luis Manuel Pérez de Acha, por la demanda que han presentado contra el Grupo México. Para asegurar la reparación del daño ambiental. Para que se implementen medidas preventivas y evitar daños futuros.

Para que la empresa pague una indemnización justa de acuerdo a la afectación. Para que alguien en este país emprenda la defensa legal de los consumidores y limpie los terrenos tóxicos que Germán Larrea y sus amigos en el Gobierno han arado juntos.

opinion@elnorte.com

Imagen de cristinasc
Cristina Sada Salinas
Regiomontana, apasionada por la comunicación, en la busqueda de construir opciones de participación ciudadana, para hacer frente a la corrupción del poder político y económico de México.

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