De nuevo Israel y Palestina: la perla y el Reino

 07/29/2014 - 08:19

En mi penúltima publicación toqué el doloroso tema del recrudecimiento del conflicto entre Israel y el pueblo palestino. La publicación tuvo muchísimas vistas y cientos de comentarios, tanto a favor como en contra. Las respuestas que implicaban odio y descalificación me sorprendieron, sobre todo porque algunas entraban al debate desde interpretaciones literales de la Biblia. Desconocía que entre quienes siguen mis textos en Facebook hubiera tantas personas que interpretan literalmente las llamadas Sagradas Escrituras, como si no se trataran de una recopilación de libros -palabra de Dios o no, eso depende de las creencias individuales-, algunos entre ellos con muchísima sabiduría, sobre todo en lo que se refiere al Nuevo Testamento.

Ante esto, hago un llamado a la reflexión que nos plantea el hecho de que el mismo Jesús, según los cuatro Evangelios, usaba frecuentemente parábolas para transmitirnos una sabiduría superior que difícilmente se puede entender de manera literal. Creo que esto es válido para la mayoría de los textos sagrados de cualquier religión.

También me sorprendió que mis críticos lectores no vieran lo que para mí es obvio -como mujer y madre, pues las madres existimos para proteger a nuestros hijos pequeños ante los posibles ataques de los mayores y más poderosos, así sean sus hermanos-, y de nuevo, aunque mi corazón se conduele por todos los muertos y heridos de cualquier guerra y por las personas que pierden sus casas o la posibilidad de vivir en paz, mi mayor empatía es hacia las víctimas más pobres y desprotegidas; aunque al mismo tiempo en este caso también me conduela por todas las víctimas israelíes. Ambos, tanto el gobierno de Israel como la autoridad palestina -y obviamente la organización Hamás-, tienen responsabilidad por las muertes y masacres de esta horrorosa guerra, pero nadie en su sano juicio puede negar que Israel es superior en fuerza militar, y es el pueblo palestino el que está poniendo a la gran mayoría de los muertos y heridos. Incluso quienes apoyan "el derecho de Israel a defenderse", afirman que la respuesta israelí contra la población civil en respuesta a los ataques de Hamás, es "desproporcionada". Tal es el caso de Andrés Oppenheimer, periodista que siempre apoya a Israel, en su columna de ayer publicada en el periódico El Norte: http://www.elnorte.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=32291.

Es bajo esta óptica que ahora les quiero compartir un amplio fragmento de una crónica del periodista judío uruguayo radicado en Israel, Quique Kierszenbaum, publicado en el diario español El País y cuyo título habla por sí solo, Judíos y árabes, israelíes y palestinos nos negamos a ser enemigos.

El periodista cuenta que llevó a su hijo al centro de Jerusalén para comprarle unos zapatos de futbol, y que después de la compra se vieron en medio de grupos de israelíes ultranacionalistas religiosos quienes en cantos y pancartas exigían muerte a los árabes. Eran, dice Quique personas que coreaban sin cesar, una y otra vez, esas palabras cargadas de odio, y luego agrega: Me llené de preocupación y de dolor. En las calles de Jerusalén las masas pedían venganza, querían revancha. Daba miedo.

Más adelante narra: Le tomé la mano a Guil y por una calle lateral lo saqué del centro de la ciudad. Para un niño que crece con árabes en su escuela todo esto disparó miles de preguntas, algunas de las cuales no me atreví a contestar. Mientras mi mano sostenía con fuerza la suya para transmitir seguridad, mis pensamientos volaban e intentaban interpretar cómo sus compañeros de clase y sus familias estarían viviendo estos momentos. Es que mi hijo Guil va a la escuela Mano a Mano, una escuela en donde judíos y árabes estudian y crecen juntos...Una escuela en la cual el idioma hebreo y el árabe se enseñan como primeras lenguas y además dan espacio al estudio de las culturas y las narrativas de ambos pueblos. En torno a la escuela los padres han creado una comunidad que vive, a veces, en una burbuja necesaria en una ciudad donde el fanatismo y el odio se apoderan de cada rincón...Como judío y miembro de la comunidad me es claro que el rol que tenemos en estos momentos es con nuestra presencia aliviar, aunque sea un poco, esos miedos, reforzando ese pacto que hicimos cuando decidimos que nuestro hijos crezcan juntos.

Es por eso, que según nos comparte este periodista, esa comunidad mixta pasó a manifestar su postura: Por eso decidimos marchar juntos, retomar los espacios públicos, caminando sin banderas ni pancartas y con la convicción de que ahora más que nunca, nosotros los miembros de la comunidad Mano a Mano, judíos y árabes, israelíes y palestinos nos negamos a ser enemigos...Ayer marchamos una vez más, mientras las noticias sobre los cuatro niños muertos en las playas de Gaza por fuego israelí congelaban el corazón y no dejaba pensar en forma clara, nosotros marchamos, porque no permitiremos que la retórica de guerra, los misiles y los cohetes, las víctimas y los heridos nos transformen en enemigos. Solo conviviendo, dialogando aprendiendo uno del otro y aceptándonos podremos llegar a una verdadera paz...Un cartel que circula en las redes sociales anuncia: "Hemos sido secuestrados, ambos pueblos somos rehenes de los extremistas de ambos lados, Israel-Palestina 2014". (Texto completo)

Amigos lectores: Estoy de todo corazón con el valor y el pensamiento de este hombre de familia, periodista y judío, quien apuesta a la paz en medio del odio, mientras con su actitud y solidaridad ayuda a construir un mundo donde prevalezcan no las armas, sino el diálogo y la paz; no los determinismos con ropaje religioso, sino el conocimiento de los seres humanos concretos que tienen un valor intrínseco en cuanto tales, más allá de creencias o de escrituras sagradas o profanas, nada menos que como Jesús nos vino a comunicar con su ejemplo de rechazo a la actitud de los fariseos que ponían por encima de la vida humana la letra de la ley y la tradición.

El sermón de mi amigo el Padre Elías López, a propósito de la lectura del Evangelio del pasado domingo 27 de Julio, me parece muy ilustrativo acerca de toda esta reflexión.

Nos dice este sacerdote: El centro de Reinado de Dios es la tierra y la historia humana, vistas y entendidas en colaboración y compañía de Dios. Jesús viene a cambiarlo todo, porque le duele el sufrimiento de los pobres. Le entristecen las guerras fratricidas en las que mueren muchos inocentes, sobre todo cuando se mata 'en nombre de Dios...Descubrir la presencia entre nosotros de un Dios interesado en la transformación de nuestra sociedad...un Dios que quiere para sus hijos un mundo más humano y habitable...es encontrar un tesoro. Darse cuenta de que el Reino es un regalo que hay que pedir en la oración: "Venga a nosotros tu Reino" y, al mismo tiempo, un quehacer y una tarea apremiante para nosotros...es encontrar un tesoro. Enterarnos de que el Señor nos necesita, que le urgen colaboradores para hacer visible su presencia a través de la justicia, la paz y la fraternidad...es encontrar un tesoro. Descubrir que extender el Reinado de Dios es la razón de nuestra vida, es la respuesta al para qué existimos los creyentes y que en este empeño, en esta lucha Él acompaña nuestro caminar...es encontrar un tesoro”.

En su lectura del domingo anterior Elías hace mención de la importancia de vender todo para conseguir la perla más preciada: La perla de la justicia, la paz, la fraternidad y la colaboración.

No es fácil para un judío que vive en Israel educar a su hijo en un colegio al que asisten palestinos, y en el que se les enseña el respeto y la colaboración con el otro; ni es fácil vivir en una comunidad en la que se comparte la vida diaria con aquellos a los que la mayoría considera enemigos por su solo origen étnico. No es fácil cuando muchos a su alrededor piden la guerra y el exterminio.

Sin atreverme a comparar, podemos afirmar que podemos entender a la distancia estas dificultades de apostar por la paz en medio del conflicto, porque para los mexicanos despiertos tampoco resulta fácil atrevernos a criticar a la dictadura partidocrática encabezada hoy por el PRI de Enrique Peña Nieto, en la que sin duda vivimos. Esa dictadura perfecta a la que se refirió el premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, en la que represión, el encarcelamiento o la muerte de las voces disidentes se está volviendo la norma. No es fácil vivir en un medio social como el mío, en el que el único interés político se reduce a votar por el PAN o hacer negocios con el gobierno en turno. No es fácil tener pensamiento crítico y además intentar ser congruentes, pero, en los Evangelios, Jesús nos invita a vender todo, con tal de conseguir la “perla” más preciada. Toda proporción guardada, los años de guerra contra el crimen organizado, las décadas de sometimiento al autoritarismo y una educación en la competencia egoísta que desprecia cualquier lucha ciudadana, cualquier opinión diversa, todo ello nos ha dado elementos para entender realidades como las que se reflejan en las palabras de este valeroso periodista desde Israel.

Habrá que interrogarnos acerca de qué necesitamos vender o dejar ir. Debemos preguntarnos de qué necesitamos despegarnos cada uno de nosotros para ser peones leales y colaboradores del Reino de Dios, sea como sea que cada quien lo entendamos.

No es fácil, pero esa es la tarea que se nos encomienda. Luchar por la paz, por el Reino de Dios.

Feliz inicio de semana.

Cristina Sada Salinas.

P.D. No me es ajeno el hecho de que en estos momentos en México estamos siendo testigos de la aprobación final de todo el paquete de reformas legislativas en materia energética, y soy consciente de las graves consecuencias que estas medidas traerán al país. Sin embargo, también entiendo que aunque en nuestro entorno más inmediato haya temas importantes -como el de la Reforma Energética que ya he tratado en este mismo espacio de FB-, no debemos dejar de analizar todo aquello que implica dolor y sufrimiento, así sea en el más lejano rincón del planeta. Somos reflejo unos de otros, pues somos una misma humanidad.

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Cristina Sada Salinas
Regiomontana, apasionada por la comunicación, en la busqueda de construir opciones de participación ciudadana, para hacer frente a la corrupción del poder político y económico de México.

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