2 de octubre, ¿otra mano tendida?

 10/02/2014 - 04:00

El primero de agosto de 1968, en plena efervescencia del movimiento estudiantil en la Ciudad de México, Gustavo Díaz Ordaz tuvo un gesto que los partidarios del régimen priista glorificaron como muestra de la grandeza de su líder, y de su apertura hacia los reclamos de la sociedad mexicana que mostraba su hartazgo a través de las palabras y acciones de los jóvenes.

Desde Guadalajara, Díaz Ordaz dijo:

Una mano está tendida: es la mano de un hombre que a través de la pequeña historia de su vida ha demostrado que sabe ser leal. Los mexicanos dirán si esa mano se queda tendida en el aire o bien esa mano, de acuerdo con la tradición del mexicano, con la verdadera tradición del verdadero, del genuino, del auténtico mexicano, se vea acompañada por millones de manos de mexicanos que, entre todos, quieren restablecer la paz y la tranquilidad de las conciencias. (Discurso completo)

En estos días, ante la nueva efervescencia de la indignación estudiantil, el régimen priista renovado ha enviado a uno de sus máximos representantes, el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, a establecer un diálogo con los muchachos del Instituto Politécnico Nacional que en masa salieron a reclamar su derecho a participar en la reestructuración de su escuela, que la institución quiso realizar de manera vertical y autoritaria.

Hoy, cuando se conmemora un año más de la terrible matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, no podemos dejar de pensar en que, tras ofrecer esa "mano tendida", Díaz Ordaz procedió, tan sólo dos meses después, a enviar al ejército mexicano (bajo argumentos mezquinos y acusaciones de "intervención extranjera"), a masacrar a cientos de jóvenes que pedían diálogo.

Hoy, que asistimos impotentes a la restauración de ese régimen que asesinó, desapareció y encerró a la juventud (y que lo sigue haciendo), con todo derecho nos preguntamos: ¿Es Osorio Chong la "mano tendida" de Enrique Peña Nieto? ¿Por qué hemos de tener confianza en que precisamente el personaje que ahora ocupa ilegítimamente Los Pinos —y que ha sido comparado con Díaz Ordaz por su actuar en Atenco y en el día mismo de su toma de posesión—, va a respetar acuerdos y cejar en su empeño de minar al IPN, ese otro símbolo del cardenismo que queda en pie tras la privatización mal disfrazada de Pemex?

Los opinadores profesionales, como en los viejos tiempos, ya cantan las glorias al secretario de gobernación y hasta lo han ungido, en letra de molde, como el "sucesor natural" de Peña, por su osadía de hacer lo que tiene que hacer. Lamentablemente no podemos ver en este gesto teatral más que cálculo político y "control de daños", pues como bien se preguntó el activista regiomontano Jesús González Ramírez el día de ayer en su muro de Facebook, ¿por qué el gobierno de México no ha sido igual de "eficiente" en todos los conflictos sociales?, y yo diría, ¿por qué no atiende con la misma prontitud tantos otros reclamos como los de las madres de los desparecidos, las viudas de Pasta de Conchos, el derecho al agua del Pueblo Yaqui, etc.?

Los miles de estudiantes que exigen participación en la tarea de forjar su futuro educativo, tienen pleno derecho de contar con la certeza, de que tras esta nueva "mano tendida", no aparecerá la infantería disparando contra ellos.

No dejen de ver el documental "Tlatelolco. Las Claves de la Masacre", que aquí les comparto: VIDEO

2 de octubre no se olvida.

Imagen de cristinasc
Cristina Sada Salinas
Regiomontana, apasionada por la comunicación, en la busqueda de construir opciones de participación ciudadana, para hacer frente a la corrupción del poder político y económico de México.

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